“Una de las claves hacia la reforma mental que sugería la ministra Delgado pasa por asumir que el machismo siempre es maltrato, y que todo lo que se derive del machismo se desplegará en un continuo espectro de agresión machista. El machismo es maltrato y todos los machistas maltratan en grado mayor o menor. Lo que hay en el machismo son, precisamente, niveles o gradaciones de abuso, de opresión y por tanto de maltrato.”
Este escrito lo leí hace tiempo y lo quiero volver a exponer aquí porque tiene mucha razón. No solo son machistas los hombres, también hay mujeres que debido a la educación por los padres y su entorno social han crecido en ese machismo. Muchas mujeres hemos tenido que ir abriendo nuestras mentes y pensar por nosotras mismas que hay que ser más abiertas y no caer en el prejuicio.
Es difícil porque cuando se crece en un hogar machista, no todo se ve claramente y hay que luchar mucho por conseguir apartar de la forma que se ha ido creando en tu personalidad, el modo de pensar. Pero para eso, está la evolución del individuo. Hay que respirar hondo y ponerse en la piel de esa persona que vamos a juzgar.
Es difícil no juzgar el comportamiento de una persona porque desgraciadamente pensamos rápido y casi siempre negativamente, pero las mujeres deberíamos abrir nuestras mentes para poder educar a nuestros hijos e hijas en total libertad y positividad. Y no me refiero a juguetes sexistas, esto para mí no tiene ninguna importancia, me refiero a que nuestro comportamiento sea para ensalzar siempre a las personas no para hundirlas.
Si nosotros aprendemos a dar amor, felicidad, respeto, estaremos aportándoles a nuestros hijos la clave del saber respetar a los demás, sean mujeres o sean hombres. Aunque no lo creamos, desde que se creó la ley contra el maltrato a la mujer, de una forma o de otra se ha creado más conciencia.
Es verdad que todos o casi todos los días escuchamos un caso de asesinato de género y parece que no estamos consiguiendo nada, pero yo creo que no es así, pienso que si no existiera estas medidas sería todavía mucho peor. Pienso que esta ley que tanto está dando que hablar últimamente por los políticos, dará su fruto en la próxima generación. Es cuestión de tiempo.
Es cuestión de que cuando nuestra generación esté casi desaparecida, haya renacido una generación que haya encontrado la forma de verse por igual y de no permitir que alguien pueda decir y hacer sobre ti, lo que le dé la gana. Esta generación sabrá que una persona no es más que otra y la mujer no tendrá porqué pasar este dolor y humillación que lamentablemente están pasando desde que el mundo es mundo.
Artículo de Ely García Mas