El Presidente de la Asociación Cultural Fuente del Sol, Marco Antonio Campillo, ha explicado que “recibimos el pasado 1 de junio la llamada de un profesor, José Antonio Bonilla, que nos trasladó el hallazgo frente al matadero que le llamó la atención.
El Viso del Alcor recupera una pieza que marca el inicio del cristianismo en el municipio.
Nos personamos y efectivamente vimos que era una pieza antigua, determinamos su tipología y, tras la consulta del arqueólogo Alejandro Jiménez, ya constatamos que se trataba de material arqueológico de la época tardoimperial o visigoda”.
Es una pieza arqueológica de la época tardoimperial o visigoda.
Ha añadido Campillo que “se trata posiblemente de la primitiva basílica paleocristiana del inicio del cristianismo que había en eta importante villa”.
La Asociación Cultural Fuente del Sol ha cedido la placa al Ayuntamiento para su custodia.
El Delegado de Cultura, Carlos Rodríguez, ha señalado que “hoy es un día muy importante para el patrimonio de nuestro municipio ya que la Asociación Cultural Fuente del Sol ha cedido la placa al Ayuntamiento para su custodia y nuestra misión es conservarla y darle traslado a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.
La misión del Ayuntamiento es conservar la placa.
«Tenemos que ver cual es el procedimiento para que quede constancia de que esta pieza está en el municipio y se pueda quedar aquí en el Centro Cultural Convento del Corpus Christi donde tenemos nuestra zona museística”.
La intención del área de cultura es que la placa se pueda quedar en el Centro Cultural Convento del Corpus Christi
Rodríguez ha añadido que “estamos muy contentos ya que se encontraron otras piezas similares con anterioridad pero están en manos privadas y esta es la única que se va a exponer en un ámbito público».
Otras piezas encontradas con anterioridad están en manos privadas.
Ha sido el artista Armando Rueda, miembro de Fuente del Sol, el que ha explicado que se trata de una placa de barro cocido cuadrangular decorada en relieve que se conserva en muy buen estado. En el centro, destaca una protuberancia piramidal cruciforme , que sobresale unos 3 cm de la superficie de la placa.
Es una placa de barro cocido cuadrangular decorada en relieve que se conserva en muy buen estado.
De las cuatro aristas de la pieza central parten tallos hacia las esquinas, que acaban en una especie de decoración vegetal, coronados por triángulos en las esquinas. Los cuatro lados de la forma troncopiramidal central están cruzados, en su parte central, por una línea en relieve.
Cronológicamente se encuadra en una época tardoantigua, entre los siglos IV y VII.
Referente a su cronología, Rueda ha señalado que “comparado con otras
placas similares, y contrastando con el arqueólogo, podemos encuadrarla
en la época tardoantigua, entre los siglos IV y VII.”.