
Plaza Antonio Mairena con el Ayuntamiento de Mairena del Alcor de fondo. Imagen: Doce Media.
No ha habido contagio por coronavirus en los bares de Mairena
En esta noticia informé hace unas horas de la aparición de dos nuevos casos positivos por coronavirus en las últimas 24 horas en Mairena del Alcor. Para ilustrar la noticia elegí una imagen representativa del municipio. En este caso, una imagen del centro del pueblo. Su lugar más representativo.
El lugar donde se ubica la capilla del Cristo de la Cárcel, el señor de Mairena. El espacio donde se ubica el ayuntamiento, la casa de todos los maireneros. El lugar donde nació su paisano más ilustre, Antonio Mairena, y el mismo rincón donde se ubica la Casa del Arte Flamenco, santo y seña del municipio. También la Alegoría de la Cultura, el monumento de los hermanos Gavira que corona el lugar. Una zona de paso y punto de encuentro gracias a su situación estratégica y sus bares y comercios.
Es por todo ello por lo que escogí esa imagen de la Plaza Antonio Mairena como la más representativa del municipio para ilustrar la noticia. Y como uno de mis rincones favoritos de mi pueblo. No porque sea en este lugar donde se hayan dado los casos de contagio por coronavirus, lo cual dicho sea de paso es imposible saber. Obvia decir que ni mucho menos era intención de este medio ni de este servidor que les escribe generar tal confusión.
Los datos oficiales de la Junta de Andalucía reflejan el número de contagios, no el lugar donde se produjeron esos contagios. Lo cual es, dicho sea de paso, del todo imposible conocer. Tampoco es posible conocer las circunstancias en que se han producido esos dos contagios. Por tanto, especular si ambas personas contrajeron el virus en el lugar de trabajo, al ir a comprar, al realizar ejercicio físico en la vía pública o en su propia casa es algo que carece de toda lógica y sentido.
Lo que sí que parece posible afirmar con rotundidad es que ambos contagios no se han producido en nuestros bares. Ya que llevan abiertos solo desde el lunes, los dos casos se confirmaron este jueves (cuatro días después, aunque se hayan publicado este viernes) y los síntomas del coronavirus empiezan a aparecer como pronto cinco días después del contagio. Por lo que, a lo sumo, los contagios se debieron producir el domingo, cuando todavía estábamos en la fase 0 y los bares continuaban cerrados.
Como medio local preocupado por la realidad más cercana, desde La Voz Información siempre haremos una defensa de la responsabilidad de nuestros vecinos. Es necesario tener máxima cautela estos días de confinamiento. A la hora de actuar con cautela y de evitar propagar falsos bulos y rumores que en nada ayudan. Todo lo contrario. El alarmismo y el pánico son armas que perjudican y que solo pueden contribuir a agravar la delicada situación social y económica que estamos atravesando.
Durante estos días de fase 1 se nos exige poco: solo debemos preocuparnos por cumplir con las medidas de seguridad. Siguiendo el protocolo de prevención se hace muy difícil -nunca imposible- el contagio. Hay motivos para la alegría. Atrás quedaron los días de confinamiento 24 horas. Podemos volver a disfrutar de nuestras calles y recibir los rayos del sol para hacer ejercicio una hora. Para acompañar a nuestros mayores en su paseo. Para sacar a nuestras mascotas o para salir con nuestros hijos. También para comprar en el comercio local.
Y cómo no, para volver a disfrutar de nuestros seres queridos caña en mano. Un lujo que antes era un anhelo pero que ya se ha convertido en realidad. Un gesto cotidiano que antes no valorábamos tanto como hacemos ahora. Ya podemos volver a disfrutar con los nuestros de esos lugares que son capaces de curar más males que los gabinetes de psicología de todo el país: los bares de Mairena.
Sería del todo incongruente que justo ahora el pánico nos impida avanzar y que no sepamos ver esta oportunidad de aprovechar nuestros bares como lugar en el que despejar pensamientos negativos y recobrar la esperanza en el mundo que nos rodea. El de los sanitarios que pelean en primera línea contra el coronavirus. El de nuestros vecinos que le ponen al mal tiempo una sonrisa. Y el de nuestros autónomos que dan lo mejor de sí para estar a la altura de las circunstancias. No caigamos justo ahora que vemos la luz al final del túnel en el pesimismo incapacitante.
Por ello, me toca hacer una defensa de nuestro comercio local. El que abre en condiciones adversas en mitad de una pandemia para evitar una crisis aún mayor. Ese comercio de proximidad que siempre está cuando se le necesita. El que nos atiende con una sonrisa para hacernos más llevaderos este duro trance por el que pasamos. El que se preocupa por nuestro bienestar. Aquel que revierte más directamente sus beneficios sobre nosotros mismos, haciendo que el pueblo crezca económicamente a todos los niveles.
No hay ninguna base para dejar de consumir en nuestros bares ni para dejar de comprar en nuestras tiendas. Sus propietarios están teniendo todo el celo del mundo para protegerle a usted. Han pagado de su bolsillo la adaptación a la normativa para que no haya ningún riesgo de contagio.
Para que usted solo se preocupe de disfrutar. Solo falta ahora que deje el miedo de lado y -siempre con cabeza- se decida a poner de su parte para que la economía local -o lo que es lo mismo, la suya propia- florezca lo más pronto posible. Porque la lucha contra el coronavirus también se gana consumiendo en los negocios de nuestro pueblo. Solo así podremos salir de esta crisis más pronto que tarde.