Profesor
En la comarca de los Alcores existieron hasta seis molinares o espacios en los que se concentraban varios molinos, de rendimientos muy dispares, dependiendo siempre de la fuerza del caudal disponible.
En el término municipal de Carmona hubo una zona molinera situada en el recorrido del río Corbones por tierras de Carmonenses. Los molinos existentes en el arroyo de Alcaudete, situados en el límite del término municipal, ya pertenecen a El Viso. Hablando con viejos molineros aunque están en el límite del té me citaron los nombres de El Silbar, Entremalo y El Puente, destacando siempre que el tercero superaba a los demás en producción, tanto que los molineros llevaban la coquilla a Carmona en carro. En determinadas épocas del año se acercaban a moler en el del Puente los arrieros de las panaderías de Fuentes de Andalucía.
Excepcionalmente, los arrieros de Fuentes permanecían en el molino mientras le llegaba el turno a sus costales. Era el único molino de los Alcores al que el cliente iba a moler. Desde que se tenía memoria, algunos miembros de las extensas familias molineras se dedicaban al transporte del trigo y la harina de la panadería al molino y del molino a la panadería. En los años de estraperlo de posguerra, en la década de 1940, sí que se convirtió en práctica habitual que el propio cliente el que corriera el trigo de ir al molino y volviera con su propia harina.
En 1980 no resultó fácil localizar en Carmona molineros del Corbones, porque, cuando empezamos a buscar, en el imaginario local pesaba poco el recuerdo de los antiguos molineros del Corbones. Según el testimonio oral recabado, la actividad molinera quedó bruscamente interrumpida a raíz de la inauguración de la fábrica de harinas Camacho, que a comienzos del S.XX monopolizó la molienda en Carmona. Desde ese momento fueron abandonados los molinos o funcionaron como casas de labranza. A comienzo de la década de 1920 volvió a ser puesto en funcionamiento el del Puente, y en el estraperlo de posguerra hubo alguno más que molió trigo. A finales del pasado siglo solamente encontramos en Carmona una familia conocida por su actividad molinera: los del Puente. Tres hermanos solterones (dos mujeres y un hombre), que vivía en la Barbacana Baja, no lejos de la Puerta de Sevilla.
En Alcaudete se daba una circunstancia muy particular. Pese a encontrarse en el límite de dos términos municipales, los molino y sus molineros estaban estrechamente relacionados con El Viso del Alcor. Precisamente, la ermita a donde va en romería anual El Viso, se encuentra situada por encima del molino de Arriba o de Tío Corrales. Vergara, el anciano que encontramos en la antigua venta de Alcaudete, de niño conoció aquella capilla como establo y pajar. Los cuatro molinos de Alcaudete no disponían de poco caudal, pero era rentables gracias a que los cubos con alcanzaban bastante altura, debido a la pronunciada pendiente de la ladera del escarpe en ese punto. Oficialmente los cuatro tenían nombres de santos, sin embargo se conocían por el de Arriba, de Enmedio, de Abajo… o por el nombre de las familias molineras que los ocupaban: Tío Corrales, Pajuán, El Verdi y El Cojo.
Todos los molineros de Alcaudete eran naturales de El Viso, y arrendatarios. Pertenecían a dos grupos familiares: en los dos primeros vivía los Pajuanes, en los dos siguientes los de El Verdi. El mercado de su harina se concentraba en el pueblo, a donde también llegaban todas las tardes molineros de Gandul y Marchenilla con sus burros cargados de costales de harina.