FOTO: descifrandolaguerra.es
“De España no esperamos nada, simplemente que no nos haga más daño del que nos ha hecho”.
Es lo que asegura el representante del Frente Polisario para España, Abdulah Arabi, en una entrevista con EFE sobre la escalada de tensión y violencia que, desde la semana pasada, les enfrenta a Marruecos.
Un conflicto que, denuncia, “nadie tiene interés en resolver”.
Marruecos y el Frente Polisario están enzarzados en lo que los saharauis califican de “guerra” y los marroquíes de “escaramuzas” desde que el pasado viernes el Ejército marroquí en Guerguerat interviniera en el extremo sur del Sáhara Occidental para desalojar a manifestantes saharauis.
Según Arabi, civiles saharauis se manifestaron frente a una “brecha ilegal realizada por Marruecos».
Sacar sus «recursos naturales hacia Mauritania” en un intento por llamar la atención de la comunidad internacional y poner fin al bloqueo de la situación del pueblo saharaui desde hace 45 años, era el objetivo.
España y la comunidad internacional está sometida al “chantaje que hace Marruecos con la inmigración, la pesca, la seguridad, la droga”.
Ése es el problema, según indica este representante del Polisario.
Tampoco la misión de la ONU tiene posibilidad de realizar su misión.
Porque “Marruecos los ha convertido un mecanismo de mantener la ocupación ilegal del país y de saquear nuestros recursos naturales”, añade.
“Nosotros hemos avisado cientos de veces de que la situación no podía continuar y que la comunidad internacional está llamada a solucionar esa situación, y no nos han hecho caso”, dice Arabi en su despacho de Madrid.
“Llevamos avisando desde hace años que teníamos paciencia pero que la paciencia se podía agotar y ha tocado ahora”.
El pueblo saharaui decidió ir espontáneamente a la “brecha” en el muro “y al cerrarla se han tocado los intereses económicos de los países que están implicados en el saqueo de nuestros recursos, fundamentalmente España y Francia”.
Arabi considera que España, debería “asumir sus responsabilidades políticas y jurídicas”.
Así como resolver la situación, ya que sostiene que “se ha autoexcluido y posicionado del lado de Marruecos”, quien la tiene “sometida a un chantaje y manipulación”.
“Teníamos esperanzas con el actual Gobierno», reconoce decepcionado.
“Pero hasta ahora, como Gobierno, han seguido haciendo más de lo mismo, intentando en todo momento agradar a Marruecos, intentando sacrificar una vez más al pueblo saharaui en aras de garantizar esa supuesta seguridad en materia de inmigración, de control del tráfico de droga… los chantajes habituales”, dice.
“Hay intereses económicos en juego y la ‘real politik’ les obliga a supeditar la búsqueda de sus intereses a los derechos humanos».
Por ello, concluye señalando que “España, como potencia administradora del territorio, debe actuar con más firmeza, más contundencia, más valentía y afrontar unas relaciones con Marruecos que son necesarias, pero también son marco idóneo para cumplir con la legalidad internacional”.